Tuesday, May 5, 2009

pedaleando todo el día...

recordar mi infancia estos últimos días y escribirlo ha sido algo mágico, de repente cualquier cosa que veo me transporta a aquellos momentos en los que estaba riendo, llorando, gritando... de chavillo a la única cosa que fui adicto fué a la bicicleta... la bici fué mi juguete por excelencia, sobretodo después de ver una película en el 5 que se llama "patrulla juvenil" con la cual me traume y todos los días jugaba con mis vecinos a que eramos la patrulla juvenil...

La patrulla juvenil cambió mi vida porque todo lo convirtió en rampas, saltos, derrapones y caballitos... siempre que viajaba en carretera con mis papás (siempre me sentaba atras del lado derecho) mientras iba viendo el paisaje me imaginaba andando en bici junto al carro pero brincaba obstáculos, subía cerros, saltaba como los x fighters.... todos los días bajaba al garage a andar en bici, brincaba la tapa de la cisterna, hacía caballitos, me daba en la madre.... no me importaba que tenía que subir 5 pisos cargando mi bicicleta solo por el placer de intentar nuevos trucos...

me encantaba ir al rancho (por la ENEP acatlàn), siempre y cuando llevara mi bici, porque ahí, junto con mi primo Jonás, armabamos rampas con las tablas de las puertas de las caballerizas, las poníamos sobre tabiques de adoquín, tomábamos vuelito y a volar.... cuando llovía era lo mejor del mundo mundial, nos encantaba subir la calle super empinada y bajarnos de volada saltando en los charcos y enlodarnos... como Jonás vivía en el rancho yo me quedaba a dormir semanas, nos levantabamos, nos subiamos a la bici, desayunábamos, nos subíamos a la bici, comíamos, a la bici, cenábamos y jugabamos Lince, uno o manotazo... jeje...

en una ocasión ibamos dando el rondín alrededor de San Juan Totoltepec y vimos que junto a la escuela de Jonás el Centro Escolar del Tepeyac, había unos chavos construyendo un tope... jeje... entonces le dije a Jonás que les pidiéramos que nos construyeran una rampa con cemento... jaja.

No se como pero los convencimos, y quedó una rampita increíble creo que saltábamos como 30 centìmetros del piso pero a nosotros nos parecían metros y metros... siempre les estaremos agradecidos a esos gueyes que nos hicieron nuestros días de verano felices...

El madrazo mas fuerte que me metí fue un día en el garage del edificio donde vivía de chavo... acababan de ponerle alfombra a un depto y habían dejado un tubo grande como de cartón... a mi se me hizo fácil llamarle a mi hermano el piojo y decirle que lo detuviera justo debajo de una bajadota que había en el garage.... me subí como un campeón... no dude en ningún momento en que lo iba a saltar.... tomo vuelo... voy bajando como bólido y cuando llego al tubo levanto la llanta de adelante pero no lo suficiente para librar el obstáculo y si.... brinqué como nunca, pero despedorrando mi cuerpo y mi bici... afortunadamente no se me rompio nada... y yo me sentía feliz... como un héroe que supero el gran reto del mundo mundial.... sonreía mucho por no haberme dado en la madre principalmente y porque me creía muy temerario.

y así pasaban mis días de infante, montado en mi tubular palafrén...

lo que me inspiró a escribir este post fué el video que les comparto, la verdad es que es el video de saltos en bicicleta más increíble que he visto en toda mi vida... y me recordó que de chavillo me la pasaba pensando en eso todo el día.... espero que les guste tanto como a mí. en verdad que me viajo muy cañón...



este post va dedicado a mi primo Jonás y a Rick Dj, porque fueron las personas con las que compartí esa locura por pasar todo el día pedaleando, brincando, haciendo caballitos y desmadrandonos a cada caída de vacaciones...

carpe.vitae
invierno.flatland.funk

2 comments:

Liz chichino said...

El recuerdo es la memoria vivida,
la infancia la base de la alegria,
las ilusiones siemplemente el alimento de tu alma...

esto es lo k tu infancia refleja las mas gde demostracion de vivir lleno y feliz

Humberto Calvillo said...

Changuito,

Me gustó, me gustó mucho tu espacio este, hasta me dieron ganas de hacerme uno.

Se ve que te la pasaste re bien en la bicicleta, pero de alguna manera siento que ahora lo recuerdas con alegría nostálgica, hasta hace dos o tres años que te ví, no recuerdo haberme enterado de que perdiste las piernas o los brazos, así que sería buenísimo que pudieras agarrar tu bici un día y te dieras un rol.

Dicen que recordar es vivir, pero si recuerdas viviendo ya compraste el Combo.

Un abrazo y desde aquí te digo que no te olvido