Tuesday, March 10, 2009

Hambre de Líderes

texto que publique en la revista interna de mi empresa...

“Comienzo con la premisa de que
la función del líder es producir más líderes,
no más seguidores”.
Ralph Nader

Las tres enfermedades del mundo - según declaró Alejandro Jodorowsky en una entrevista - son: la desunión con el mundo, la desunión con los otros y la desunión con nosotros mismos. Al parecer a muchas personas no les basta ser indiferentes con los demás, sino que son indiferentes con ellos mismos. “Deberíamos buscar las uniones” dice Jodorowsky finalizando su discurso. La pregunta clave en este punto sería ¿Cómo buscar las uniones? Reflexionando sobre esto, me llega la imagen de los pastores, que son capaces de unir, llevar juntas a las ovejas a alimentarse y guiarlas sanas y salvas a casa al final del día. Visualicemos a la humanidad en nuestros días como muchos rebaños dispersos por una enorme pradera en la cual existen solo unos cuantos pastores, a los cuales lo que menos les interesa son las ovejas, su interés principal es su dinero…

Existen personas que están observando desde la lejanía a las ovejas solitarias, hambrientas y pérdidas. Estas personas tienen el deseo y todas las habilidades necesarias para llevar a esas ovejas a verdes praderas, donde puedan continuar con su ciclo de vida, sin embargo existe algo que les impide hacer aquello para lo que nacieron... tienen miedo. Entonces a pesar de tener todo lo necesario para realizar aquello para lo que están en el mundo, su existencia se limita a ver pasar la vida sin por lo menos intentar seguir el deseo que sienten por guiar a esas ovejas.

La humanidad necesita, quiere, desea, clama por líderes. Líderes que afronten el miedo a ser distintos, que enfrenten a los pastores decadentes que nos mantienen cegados a cualquier intento por encontrarnos con nosotros mismos, con nuestra gente y con nuestro mundo… líderes que nos empujen a buscar una vida plena y un mejor futuro para nuestros hijos.

Esos líderes somos todos nosotros. Algo muy importante que he aprendido es que siempre se puede ser líder en un proyecto y seguidor en otro, todos tenemos algo que dar a los demás, necesitamos unirnos con el respeto del conocimiento del prójimo, apoyarnos y alentarnos a ser mejores. Conquistemos el miedo a ser auténticos, dejemos de quejarnos y ser víctimas… Es momento de tomar la rienda de nuestras vidas.

Un claro ejemplo de una persona que se atrevió a seguir su profundo deseo y convicción de ser un líder positivo es Barack Obama, se atrevió a romper los paradigmas políticos que podría tener por ser de raza negra o por ser musulmán. Revivió la esperanza en la gente de que vale la pena luchar por un mundo justo y responsable, con oportunidades para todos sin importar razas ni credos, y lo hizo no solo en la gente de su país, lo logró con gente de todo el mundo.

Atrevámonos a ser diferentes, atrevámonos a dar esperanzas, atrevámonos a luchar contra la pobreza económica pero sobre todo la pobreza de espíritu, atrevámonos a dar lo mejor de nosotros mismos a los demás, esperando obtener solo una cosa: el cambio.

Te invito a que reflexiones en las cosas que tienes al alcance de tu mano para comenzar a hacer acciones positivas. La próxima vez que sientas que puedes hacer algo por alguien atrévete a hacerlo sin pensar en lo que dirán de ti. Hagamos algo por los demás. Y como dijo Horacio: Carpe Diem.

3 comments:

Mnk said...

y despues del carpe diem es donde entra el ...BRAVO!!!!!!

INCREIBLE que la manera de hablar, envolver y convencer, hayan finalmente llevado este escrito a la revista.

Bien logrado Licenciado.

que escrito tan inspirador...hay lideres, solo que les hace falta creer que lo son.

SiR FrEaK ThE MiGhTy said...

Que razón tiene Ralph Nader, que razón tiene Jodorowsky.

Sin embargo me gustó más la reflexión que haces y la invitación que haces a lo largo del escrito, en concordancia con Ralph Nader.

Muy buen escrito mano, muy bien llevado el tema y el mensaje nunca se perdió.

Mis respetos por este escrito.

Au Revoir!

Anonymous said...

mero comentario...
buenos soles Gerardo. la riqueza del líder -supongo y creo- empieza primero desde la riqueza del corazón, de la sangre y del espíritu. desde el momento en que el hombre se reconoce a sí mismo y por tanto al que tiene enfrente de sí alejando ego y soberbia así como indulgencia y sobre todo -otra vez creo y supongo- al aportar aquello que ofrece un saber, un reconocimiento o bien un cambio desde palabra, movimiento o mirada ofrecida desde el corazón al ser que cada destino teja frente a cada uno de nosotros.

muchas gracias por tu rezo,
un bs,

Anayancy.