Pablo Neruda-Los caballos
Vi desde la ventana los caballos.
Fue en Berlín, en invierno. La luz
era sin luz, sin cielo el cielo.
El aire blanco como un pan mojado.
Y desde mi ventana un solitario circo
mordido por los dientes del invierno.
De pronto, conducidos por un hombre,
diez caballos salieron a la niebla.
Apenas ondularon al salir, como el fuego,
pero para mis ojos ocuparon el mundo
vacío hasta esa hora. Perfectos, encendidos,
eran como diez dioses de largas patas puras,
de crines parecidas al sueño de la sal.
Sus grupas eran mundos y naranjas.
Su color era miel, ámbar, incendio.
Sus cuellos eran torres
cortadas en la piedra del orgullo,
y a los ojos furiosos se asomaba
como una prisionera, la energía.
Y allí en silencio, en medio
del día, del invierno sucio y desordenado,
los caballos intensos eran la sangre,
el ritmo, el incitante tesoro de la vida.
Miré, miré y entonces reviví: sin saberlo
allí estaba la fuente, la danza de oro, el cielo,
el fuego que vivía en la belleza.
He olvidado el invierno de aquel Berlín oscuro.
No olvidaré la luz de los caballos.
Hablemos de lo que nos pasa
1 year ago
3 comments:
Los caballos a mi también me encantan, se me hace un animal lindo lindo...
Siempre he querido ir a clases de equitación, pero nunca me he animado, a ver si un día de estos lo hago... esta en mi "to do list" antes de morir.
Gracias por compartir a Neruda con todos nosotros !!
lo siento mucho. seas quien seas. tenía que sacarlo porque me estaba haciendo daño...
ahora todo esta mejor!
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