Israel Pérez Arzola.. Edad 27 años
Historia de mi accidente.
El accidente fue el 14 de septiembre de 1993 a la edad de 11 años, cursando sexto grado de primaria. Como fue? Ese día me puse de acuerdo con un compañero saliendo de la escuela.
Me invitó a que lo acompañara a comprar un disco compacto en el metro Indios Verdes, yo le dije que si, pero que iba a pedir permiso para ver si me dejaban ir,
Llego a mi casa, le comento a mi mamá que iba a ir al metro con un compañero de la escuela que si me daba permiso, y no me dejó.
Yo insistí y no me dejó, mí mamá me manda a recoger la manguera del agua, la levanté, la dejé en la puerta de la calle y me salí sin permiso, mi compañero ya me estaba esperando en la parada del camión.
Llegando a Indios Verdes no tenía ni 10 minutos de que había salido de mi casa, cuando mi amigo me dice que le urge ir al baño, lo acompaño, pero yo me quedo afuera. Donde yo me quedo parado estaba estorbando a la gente que iba a subir al camión, entonces me hago a un lado, cuando el camión se hecha en reversa y me avienta con la defensa trasera, caigo en la carretera, la gente le avisa al chofer y el no hace caso a los gritos de toda la gente y me aplasta las piernas una y otra vez.
Yo vi todo porque nunca perdí el conocimiento, él me quería matar, le salía más barato matarme que dejarme con vida.
Yo viendo a toda la gente gritar pidiendo una ambulancia, me espanté, no me quería morir, la ambulancia tardó en llegar como 15 minutos, mientras la gente me aventaba aire con unos cartones, porque me hacía falta el aire, no podía respirar bien.
Llega la ambulancia me levanta y me lleva al hospital.
En el camino le digo a mi amigo que le avise a mi mamá lo que me había sucedido, en cuanto llegamos, inmediatamente me dirigen al quirófano y ahí ya no supe que pasó.
Me anestesiaron y ya no supe de mí.
Posteriormente al cabo de una hora, fue notificada mi familia de lo que me sucedió, inmediatamente se dirigen al hospital, mí mamá, mi abuelita y mi abuelito, en ese momento mi papá se encontraba trabajando, llegando él más tarde, mí mamá pensó que era algo sencillo lo que me había pasado.
Trascurrieron como 6 horas para dar informes de mi, el médico le comenta a mi familia la situación en la que me encontraba. Que ellos habían hecho todo lo posible por salvarme la vida, en eso mi mamá pensó que me había muerto, el médico les dice que me encontraba con vida, pero que había sufrido lesiones irreparables.
Como lesión medular a nivel t6 y7 en la columna, 2 clavículas fracturadas, 7costillas fracturadas, entallamiento de intestinos, las 2 piernas con machacamiento severo. Lo que me sucedió era muy grave y no tenía muchas esperanzas de vida.
La reacción de mi mamá fue de desesperación, no se podía contener, la reacción de mi papá fue darle una cachetada, para que reaccionara.
Yo me encontraba en terapia intensiva sedado, pasaron como 15 horas cuando yo desperté, a mi lado se encontraba un tío y me pregunta ¿Cómo te encuentras? Yo le respondí: estoy bien no se preocupen, me voy a recuperar rápido, recibo la visita de mi familia, pero en cuanto veo a mi mamá me pongo mal y mis palabras fueron, perdóname por no hacerte caso y haberme salido.
Al día siguiente me realizan la curación, y en ese momento me doy cuenta en las condiciones en que se encontraban mis piernas, totalmente destrozadas, me sentí tan mal, pero no pude llorar, mí mamá se encontraba a mi lado, y no deseaba verla llorar, ya que sentía que eso me partiría el corazón.
Así pasaron los días, hasta que me dieron de alta, me dirigí a mi casa un mes después, me enviaron a rehabilitación al hospital Colonia que se encuentra en Sullivan, frente al monumento a la madre. Pasé 3 meses en rehabilitación, fui dado de alta y regresé a mi casa, así trascurre el tiempo, De mi casa al hospital y así sucesivamente transcurrieron 12 años de dolor, hasta que me recupero al 70% me sometí a 59 ,cirugías siendo la última en el año 2007.
A raíz del accidente, fui desarticulado de ambos miembros pélvicos, me encuentro con sonda foley a derivación, y colostomía de por vida.
Mi familia es de bajos recursos, mi mamá es ama de casa, mi papá es albañil, como todo en la vida con altas y bajas. Viendo que yo requería de material de curación, y de cosas personales tomo la decisión de ayudar a mi familia para cubrir mis necesidades. Esto cambio mi vida!
Un día me dirijo a vender dulces en Av. Universidad y Eje 10 Copilco afuera de Walmart, el recorrido que yo realizo para llegar ahí, es del metro Indios Verdes al metro Miguel Ángel de Quevedo.
Ahí es donde empiezo a conocer a gente, que me pregunta si realizo alguna actividad física, les comento que no he tenido la oportunidad de hacer deporte, conozco a una chica en el metrobús y me invita hacer deporte en el Centro Paralimpico Mexicano.
Me dió la dirección y fui al día siguiente a pedir informes, me dicen que para poder ingresar necesito 2 sillas, una de uso diario y otra para entrenar. Pregunto el precio de las sillas y me fui de espaldas, porque las 2 sillas costaban 40 mil pesos y yo no cuento con los recursos para poder comprarlas. Por ese motivo ya no le puse mucho interés.
Y así pasa el tiempo, conozco a Rebeca que al ver mi constancia de ir a vender dulces, un día decide apoyarme preguntándome que puede hacer por mí, yo le comento de mi propósito y decide ayudarme comprándome una silla de uso diario y otra para cumplir mi sueño. Soy aceptado en el Centro Paralimpico Mexicano, llegando ahí con mi silla deportiva.
Mi compromiso es mayor ahora, porque me estoy preparando para los juegos olímpicos que se llevarán a cabo en el 2012 en Londres Inglaterra, estoy entrenando de lunes a viernes 2 horas en la mañana y 2 en la tarde, es un proceso largo, pero tengo que estar en Londres.
Ahora no nada más es vender dulces, si no también darme tiempo de entrenar, estudiar, para cada día ser mejor, hoy en día doy gracias a Dios por poner a gente buena en mi camino, como a Rebeca y a mucha gente que he conocido como: Miriam, Alonso, Christian, y al buen Gera, estos últimos compañeros de SELIDER, también doy gracias a todas las personas, que me apoyaron y me dieron la oportunidad de pertenecer ala generación 2009 del PFLSR