Vorágine

Dedicada a dos personas, a mi tío barba de plata y a Mariano, Coordinador de Selider.

La Vorágine, la eterna batalla entre la pasión que sería escribir de algún tema premeditado y la majestuosa necesidad de escribir las ideas tal cual siento y salen de mi cerebro en éstos momentos.

Es increíble como, encontramos personas con potenciales mesíanicos a cada momento, (lo sé, soy un hereje), pero, existen.

Personas que intuyo, tienen parte del conocimiento sempiterno en sus corazones o mentes, y nunca se darán cuenta.

Personas, tal vez malencaradas y gruñonas, que dentro de sí, hay una persona tierna y amorosa, que lo único que necesita es un fuerte y profundo abrazo y nunca lo va a aceptar.

Personas que buscan la atención de otros, ridiculizando, o tal vez mofándose un poco de los otros, pero que, en realidad tienen mucho más que dar, en verdad estoy convencido, mucho más.

Causan en mí, esa vorágine, ese caos eterno, que enriquece, entristece, alegra y vivifica el fuego interno que es la vida en sí.

COMO PARÉNTESIS Y EN MAYÚSCULAS, es importante en demacía decir, que, estoy leyendo el Lobo estepario, de Herman Hesse. Tractat de el espíritu más profundo que todos llevamos dentro. Y eso podría explicar un poco mi afán por, entrar en la vorágine y en el caos.

En el fondo y en la superficie, cada ser humano tiene la completa capacidad de enseñar a otros.
Cualquier cosa. Ying, yang, no importa.... enseña.

La lucidez y la claridad en éstos momentos no son mis mejores consejeros, pero algo dentro, me dice...... escribe.

Las ideas, contradicciones, bloqueos, teorías, siempre serán sal y agua de cada ser humano, y eso en verdad es mágico, es hermoso. El mal y el bien, categorisémoslo de esa forma, siempre seran carbón, para ese fuego interno que llevo dentro.

A tí, te quiero decir, quiero aprender todo, TODO, lo que puedas enseñarme y mostrame a través de tu experiencia, tengo sed y hambre de todo. Nada la colmará.

Eternamente agradecido estaré. La historia y la trascendencia hablarán por si mismas.

Y despues de tanto decir todo y nada. Pienso descanzar.

Gracias a tí, por leer TODO, y a la vez NADA.

Sempiternos serán los locos, los incomprendidos y los soñadores.

CARPE DIEM.